Desde que nacemos hasta que morimos pasamos por diferentes estados: estamos despiertos, dormimos, meditamos… Estos estados, que son la experiencia ilusoria del continuo mental que se va moviendo a través de ellos, se conocen en la tradición tibetana como los diferentes bardos. En el camino vajrayana existen diversos medios hábiles que permiten trabajar con la energía de la mente en cada uno de esos estados.
En particular, durante el sueño entramos en una experiencia que no es más ilusoria que lo que llamamos la realidad. Y ese “estado inconsciente” es también la base de todas nuestras experiencias de la vigilia. De modo que el trabajo del yoga de los sueños empieza siempre en la vigilia, es una continuación de la meditación. Cuanto más nos preparamos durante el día, más ligera y clara se hace nuestra mente y más posibilidades tenemos de reconocer la esencia. Si durante el día estamos desequilibrados por las emociones y apegados a la realidad, el sueño será denso y oscuro y la lucidez de la mente decrecerá en su transcurso.
Todos los fenómenos son compuestos y no hay ninguna naturaleza intrínseca en ellos que los haga reales. Cuando nos damos cuenta de eso dejamos de estar tan apegados y poco a poco nos volvemos capaces de reconocer la claridad en el sueño. Si no nos entrenamos en ello los sueños acaban siendo una reelaboración de lo que sucede durante el día. Las mismas tendencias habituales vuelven una y otra vez mientras dormimos.
CENTRO DUDJOM TERSAR
Plaza Universidad 1, 2º 1ª. Barcelona
17 y 18 de noviembre de 2017
mañanas de 10h a 13h
tardes de 16h a 19h
Aportación 70€ (socios 60€)
Información y reservas: tel 666 46 30 15
Organiza: Comunidad Budista Nyingma Tersar