Para que las actividades de la CCEB se mantengan, crezcan y sean de beneficio para nuestra comunidad budista se necesitan recursos. Hasta ahora estos provienen de las cuotas de sus miembros pero sobre todo de las subvenciones de la administración. En general estas subvenciones cubren sólo una parte del presupuesto de la actividad para la cual son otorgados, lo cual quiere decir que el resto del presupuesto corre a nuestro cargo, con la particularidad de que para poder recibir efectivamente la subvención tenemos que justificar haber gastado la totalidad del presupuesto presentado. El resultado es que poco a poco nos vamos descapitalizando y por eso es necesario disponer de otros ingresos que nos permitan mantener un buen ritmo de actividades. Somos muy conscientes de que los tiempos que corren son difíciles, pero nos anima un espíritu que confía plenamente en el papel aglutinador de la CCEB y en sus potencialidades. Cualquier cantidad que decidáis aportar para sostener nuestras actividades contribuirá sin duda a fortalecernos, quizás no tanto por la cuantía de la ofrenda como por lo que esto represente de apoyo y reconocimiento de nuestro trabajo. Y no olvidemos lo que Buda Sakyamuni, en su «Discurso sobre el Gran Fruto de Ofrendar” (AN 7:52 Danamahapphala Sutta), nos dice:
Hacemos ofrendas, no porque dar sea bueno,
ni porque se haya hecho así en el pasado,
ni porque sea justo dar a los que no son ricos,
ni para que la mente se vuelva serena y produzca satisfacción y alegría.
Hacemos ofrendas porque la ofrenda es el adorno de la mente, el soporte de la mente