El 2 de diciembre de 2017 tuvo lugar en Barcelona la VII Jornada de Budismo en Cataluña organizada por la Coordinadora Catalana de Entidades Budistas y Anitya. El tema propuesto despertó mucho interés y la asistencia superó con creces las previsiones.
El acto comenzó con una meditación de 15 minutos dirigida por Lama Tsondru Sangmo, fundadora y directora de los centros Samye Dzong. A continuación el presidente de la CCEB, Pepe Aponte, presentó su ponencia de apertura titulada «La muerte, un misterio«, en la que, después de hacer un breve resumen de la CCEB y sus objetivos, desarrolló la idea de que la muerte es sólo una pequeña parte del proceso vital que va desde un nacimiento hasta el siguiente, al igual que una rosa es sólo un momento dentro del arco de vida comprendido entre dos semillas. También hizo una reflexión sobre el error conceptual que consiste en vernos separados de todas las cosas, como si nosotros estuviéramos aquí y el mundo estuviera allí, error que da nacimiento a la dualidad «yo y el otro» que nos mantiene prisioneros del ciclo inagotable del samsara. Si podemos llegar a comprender este mecanismo nos liberamos del miedo a la muerte.
La segunda ponencia, «Caminar juntos los cambios vitales», fue presentada por Nicole Martinez-Melis, cofundadora y presidenta de la asociación Anitya, que significa «transitoriedad», una asociación enfocada a promover el acompañamiento en los tránsitos vitales desde la presencia despierta. Según Anitya el acompañamiento no se limita tan sólo el acompañamiento en la muerte. Todos somos acompañantes de todos y también de nosotros mismos si lo sabemos ver. Si no podemos acompañarnos a nosotros mismos, si no nos aceptamos, no podremos dar soporte a otra persona. Se descarta poner adjetivos a la palabra «acompañar». Por ejemplo, no se dice «acompañamiento espiritual» para no fragmentar la experiencia humana que es total y no fragmentada. Tampoco se dice «morir sin miedo» porque no se quiere crear la expectativa de que podemos controlar un proceso que es misterioso, y también para no alimentar la creencia de que se puede morir sin miedo, o lo que es peor, que hay que morir sin miedo. Lo que necesitan los que están muriendo es alguien que no se asuste de la muerte y que recorra el camino del miedo con ellos. Esto se aplica también a los cambios vitales, que son los acontecimientos que cambian la vida de manera significativa, como la enfermedad, el envejecimiento, las pérdidas. Si no se acepta la transitoriedad se pueden vivir los cambios con mucho sufrimiento.
Dentro de la misma ponencia se proyectaron dos vídeos preparados para tal efecto por Esteban Galliera Elizalde, psicólogo clínico, psicoterapeuta y cofundador y miembro de la junta de Anitya, y Magda Marty Morera, enfermera y miembro de la junta de Anitya.
Esteban Galliera puso el acento principalmente en la necesidad de desarrollar la capacidad de acompañarnos a nosotros mismos, si no de manera permanente al menos haber empezado el camino de hacernos amigos de nosotros mismos, lo cual implica el cultivo del autoconocimiento y la armonía interna. Empezar por escucharnos, saber quienes somos, aprender a acogernos si queremos sostener a otro. Si no es así, aunque tengamos la intención de ayudar podemos caer fácilmente en el hábito de no estar presentes de un modo integral y no recoger la totalidad de la experiencia propia y de la relación con quien pretendemos acompañar, ya que lo importante del acompañamiento es precisamente poder estar presentes y conectados con nosotros mismos y con la persona a la que vamos a acompañar, con el otro. El trabajo de autoconocimiento es la piedra angular, no solo para la relación de ayuda sino como un primer paso para el bienestar, para la armonía personal, lo que nos lleva ineludiblemente a la relación con nosotros mismos. Dos son los pilares sobre los que se asienta este trabajo de autoconocimiento, por una parte la meditación y por otra el trabajo psicológico. La meditación nos ayuda a comprender la verdadera naturaleza de las cosas y de nosotros mismos y nos aproxima a la textura de la impermanencia, lo que tiene que ver claramente con la muerte. El trabajo psicológico no se refiere tanto al conocimiento de técnicas o protocolos preestablecidos sobre cómo funciona la generalidad del mundo psicológico, sino al conocimiento subjetivo de nuestra realidad interna, de nuestra realidad psíquica. Lo que realmente genera conocimiento no es la información sino la experiencia, la vivencia, no la interpretación de lo que pensamos que nos pasa sino el conocimiento que surge de sumergirse en la experiencia de vivir. Esto es muy importante a la hora de acompañarnos y sobre todo de acompañar a otros. (Ver el texto completo de su comunicación por vídeo).
Para Magda Marty uno de los pilares más importantes en su trabajo es la escucha, tanto la escucha del otro como la escucha de lo que le está pasando a ella misma. Escuchar al otro requiere mucho silencio interno y a través de escuchar realmente a la otra persona se pueden ver las prioridades de esa persona en los momento finales de la vida. A veces esas prioridades no siempre son lo que sería aconsejable según el sistema médico o las recomendaciones de salud. Para una persona puede ser mucho más importante salir a pasear y tomar el sol que ir a hacerse un control médico rutinario. Valorar este tipo de cosas es importantísimo. Hay personas que al final de su vida no quieren ser tocadas ni lavadas. Otras a las que lo que más les ayuda es una tacita de chocolate caliente aunque no tengan casi estómago. Esas cosas se respetan. Hay que estar siempre escuchando y al servicio de lo que necesita la otra persona, aunque se opine diferente. Y a la vez hay que escuchar lo que está pasando en uno mismo ante lo que el otro quiere. Además, aparte de la escucha, hay algo que se genera en esos momentos, y es la intimidad con la otra persona. La muerte es el fenómeno vital que nos desconcierta más y lo que más nos iguala a todos, como el rasero por excelencia que nos pone a todos en el mismo nivel. Cuando se está con otro que está pasando por algo a lo que uno mismo llegará, no queda más remedio que observarlo con gran respeto y aprender lo que se pueda, estar a su lado y ayudarle en todo lo que sea posible. Se puede ayudar en dar confort físico, emocional o del tipo que sea, pero sobre todo lo que más sirve es la relación de humanidad y de igual a igual. (Ver el texto completo de su comunicación por vídeo).
Después de una pausa tuvo lugar la primera mesa redonda «Acompañar el morir en el hospital», con la participación de Alexandra Mejia Bernard, Dolors Soriano Pujol, Josep Orti Ponsa y moderada por Herminia Roura Bonet. (Ver la transcripción completa).
La transcripción de la segunda mesa redonda “El final de la vida en casa. Acompañamiento en el luto” está en proceso. Pronto también estará disponible.
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Vídeo resumen (15′ 12″)
Vídeo resumen de «La mort i el morir. VII Jornada de Budisme a Catalunya»
Vídeo completo en bruto (4h 26′ 31″)
Vídeo completo en bruto de «La muerte y el morir. VII Jornada de Budismo en Cataluña»
Comunicación por vídeo de Esteban Galliera Elizalde (9′ 31″)
Comunicación por vídeo de Magda Marty Morera (9′ 57″)