En las Enseñanzas Dzogchen, Vajra significa nuestra naturaleza esencial, la verdadera condición de todos los fenómenos.
La Danza del Vajra es un método de contemplación en movimiento que usa el sonido y el movimiento para integrar los tres aspectos de nuestra existencia (cuerpo, energía y mente) en el conocimiento de nuestra verdadera naturaleza.
Puede ser practicada por quien lo desee. Su práctica enriquece y puede ser integrada con cualquier método o camino espiritual.
Los movimientos lentos y coordinados junto a la práctica conjunta del sonido y la atención plena relajan el cuerpo, clarifican la mente y producen una experiencia de relajación profunda y de estado calmo que nos ayuda a integrar con las diferentes circunstancias de nuestra vida cotidiana.
A través de esta danza se activan y coordinan puntos energéticos específicos del cuerpo. De este modo, la Danza del Vajra disuelve bloqueos, armoniza la energía y desarrolla la presencia y la atención.
Los movimientos son acompañados por la música y el sonido de las sílabas del Mantra de los Seis Espacios de Samantabhadra, el Buda Primordial, que simboliza nuestra naturaleza esencial.
Doce practicantes, seis mujeres y seis hombres, danzan juntos en un Mandala de cinco colores, que representa la correspondencia entre la dimensión interna del individuo y la dimensión externa del mundo.