Diálogo entre Ven. Thubten Wangchen y Dr. B Alan Wallace
(con traducción simultánea al español)
“Los budistas tibetanos creen que los Dalai Lamas son manifestaciones de Avalokiteshvara o Chenrezig, el Bodhisattva de la Compasión.
Los bodhisattvas son seres realizados, inspirados por el deseo de alcanzar la iluminación completa, que han prometido renacer en el mundo para ayudar a todos los seres vivos”.
Esta definición es un extracto de la web oficial del actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso (https://www.dalailama.com), aunque muchas personas coincidan con esta definición, como todo en esta vida, puede ser visto desde muy diferentes perspectivas. Pero si nos atenemos empíricamente a los hechos y al comportamiento del actual Dalai Lama, en cuestiones como la no violencia, el respeto de los derechos humanos y demás, que de hecho son un reflejo de su mente y corazón, todas estas perspectivas coincidirán en que es un ser excepcional.
Esto así a primera vista no es una buena noticia, dado que se convierte en “excepcional” por cuestiones básicas y de gran sentido común que afectan directamente al bienestar de toda la humanidad, de uno mismo y al desarrollo sostenible de nuestro entorno medioambiental, que tristemente han sido relegadas a un segundo plano por parte de nuestra sociedad.
No obstante, tendremos que remontarnos a los inicios de este linaje que comienza a finales del siglo XIV, en el año 1391 con Gedun Drupa, aunque no fue hasta el tercero en la linea de sucesión Sonam Gyatso en 1546, al primero que se le dio el titulo de Dalai Lama, para comprender realmente la dimensión y el impacto que ha tenido a lo largo de su historia, pero especialmente hoy en día.
Este diálogo nos transportará tiempo atrás, descubriendo la cultura y la herencia espiritual de donde surgió el Dalai Lama, hasta llegar a hoy en día, donde exploraremos su visión, su mensaje y valores y qué impacto ha tenido no solo en el Tíbet sino en el resto del mundo.